El vocativo.


El vocativo es el caso de la persona interperlada: se utiliza para llamar la atención de una segunda persona. Debemos recordar que, excepto los sustantivos en -us de la segunda declinación, el vocativo es siempre igual que el nominativo.
 
Conficior enim maerōre, mea Terentia.
Salvē, alumnule.


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