El dativo.
El dativo es el caso del complemento indirecto, esto es, se utiliza para señalar la persona o cosa interesada en la acción verbal o la finalidad de ésta. A partir de este valor general se explican los usos concretos que vamos a ver: dativo de interés, dativo de fin y doble dativo. Hemos de notar que el dativo no es exclusivamente complemento verbal, sino que hay también dativos adnominales, acompañando a sustantivos o adjetivos, con los mismos significados que los complementos de verbos.
El dativo de interés.
Es la noción básica y general del dativo, y expresa la persona interesada en la acción verbal, ya sea por recibir un provecho (dativus commodi) o por sufrir un daño (dativus
incommodi):
Tibi aras, tibi seris, tibi metes.
Tibi, nōn mihi, errās.
Tibi, nōn mihi, errās.
Todos los demás dativos derivan de este dativo de interés; a continuación vamos a reseñar someramente algunos de estos usos concretos:
- Dativo posesivo: es el dativo que complementa la verbo sum:
Liber
est mihi.
Para su traducción al español pondremos el sujeto como complemento directo, el verbo
sum como 'tener', y el dativo como sujeto: 'yo tengo un libro'.
- Dativo agente: el dativo expresa el complemento agente con la conjugación perifrástica pasiva:
Liber
legendus
est mihi.
Este dativo agente es raro con la conjugación pasiva normal:
Mihi decretum est.
Consulātus tibi quaerebātur.
Consulātus tibi quaerebātur.
- Dativus iudicantis o dativo de relación: expresa la persona para quien es verdadero lo que se afirma:
Cynthia
formōsa est multīs.
- Dativo ético: se trata del dativo de pronombres personales que, utilizados en la frase de forma muy libre, expresan un especial valor afectivo (así, en español, 'el niño no me come'):
Quid tibi vīs?
El dativo de fin.
Referido normalmente a cosa y no a persona, el dativo de fin expresa el objetivo de la acción verbal, es decir, aquel concepto que está especialmente implicado o 'interesado' en la acción verbal:
Auxiliō currere, 'correr en auxilio'.
El dativo que expresa finalidad, por su mismo significado de complemento
quo, convive con otras formas de expresar este mismo complemento: ad
aetatem agundam/aetati agundae. Y del mismo modo, puede adquirir contextualmente un significado local (el llamado dativo
de dirección):
It clamor caelō.
El doble dativo.
El doble dativo no es más que la aparición simultánea como complementos de un mismo verbo de un dativo de interés y un dativo de fin. Este doble dativo es frecuente con verbos como mittere ('enviar'), venire ('venir, llegar'), relinquere ('dejar'), así como con el verbo
sum:
Caesar
quinque cohortēs castrīs praesidiō relinquit.
Caesaris adventus militibus gaudiō fuit.
Caesaris adventus militibus gaudiō fuit.